lunes, 6 de diciembre de 2021

LAS ALFORJAS DE LA GUERRA (UN RELATO PERSONAL PARA CONMEMORAR EL DÍA DE LA CONSTITUCIÓN)

Cuando celebramos el día de la Constitución podemos asegurar que este texto legal nos ha traído sin duda el periodo de paz y estabilidad más largo que nos ha deparado nuestra historia en siglos. El advenimiento de la democracia en España es uno de los hechos mas significativos, pero para llegar hasta aquí, han corrido ríos de sangre.

Soy de la opinión que la política es el arte de hacer lo imposible, posible, bajo una capa de mentira, manipulación e intriga, todo ello mezclado, para hacernos ver lo que otros quieren y no lo que nosotros creemos, de ahí que al final seamos llevados como corderos al matadero.


En la obra dirigida por el D. J.A. VALLEJO-NAJERA, “Guía práctica de psicología”, nos explica cómo el hombre utiliza los mecanismos psicológicos para considerar al otro como objetivo, cosa, extranjero, ajeno a lo humano, para poder desvirtuarlo a nuestros ojos y a los ojos de los demás, no sólo para destruirlo sino para hacerlo desaparecer físicamente, en el caso del racismo; “...lleva a un circulo vicioso: un individuo no es igual que los demás. Por eso se le margina”.

A partir de ahí, comienza la destrucción de la imagen pública del diferente, del contrario, cuyo objetivo, bien sea individual o grupal es llegar a fundamentar matar al otro. Un planteamiento no solo egoísta, sino también el de supuesta superioridad moral, el quitar una vida implica ponernos por encima de Dios, este vil acto nos arrastra desde el momento que alguien nos muestra al otro con su visión pervertida, matar como quien en un ejercicio de caza mata a una alimaña, lo que nos elimina los remordimientos que podríamos tener.

Es muy parecido a lo que sería el MOBBING laboral, ya lo cuenta D. Iñaki Piñuel y Zabala en la obra del mismo nombre y Ivan Mayor en su obra COMO ZORROS Y ERIZOS, manipulación, acoso y destrucción del otro, todo eso es lo que se puede experimentar en la política, en el mundo laboral o en el familiar, etc,.

Cuento esto porque desde principios del siglo XIX, nuestra nación comenzó una violenta espiral de autodestrucción que aún no ha finalizado. Como es el caso de uno de los exponentes mas significativos, que aún gusta de utilizar por nuestro políticos, y es nuestra Guerra Civil, de la cual ya han transcurrido 82 años de su finalización.

La política debería unir a las personas para ponerse de acuerdo, no separarlas sobre todo si son del mismo país. Esto no paso durante el advenimiento de la II República, que en el primer momento fue tomada con gran alborozo en las grandes ciudades, sin embargo en el ámbito rural no tuvo la misma repercusión, puesto que mucha gente se consideraba católica y monárquica, tras muchos siglos de monarquía. La recién nacida España republicana, tenia el corazón monárquico, pero la clase política se negaba a asumirlo, Azaña postulaba en 1931 “España ha dejado de ser católica”, en referencia a la religión del Antiguo Régimen, fue el pistoletazo de salida donde las cortes comenzaron a legislar contra católicos y monárquicos, lo que los llevó a un franco estado de rebelión.

Si la república es el régimen de la razón, la enciclopedia, la cultura, la legalidad, la justicia, la igualdad, ¿Que llevó a nuestros políticos de los años 30 a ser tan mezquinos y tan mediocres?

El hecho patente fue que enfrentados a causa de éstos unos contra otros, ciudades contra ciudades, pueblo contra pueblo, familia contra familia, hermanos contra hermanos, el pueblo español se mató bien, pero que muy bien, y dicho sacrificio no sirvió para nada, acumulando muertos en las cunetas de uno y otro bando para que con llegada de la democracia una vez más, tengamos que oír los mismos argumentos de las bocas inmorales de nuestros políticos, señalando quién es más o menos demócrata, quiénes pueden poner las etiquetas de legítimo, qué ley es la que conviene o cuál es la tasa de feminismo o lengua que se debe imponer en las escuelas o en cualquier institución pública, mientras la nación se sume en la crisis económica más dura que ha sufrido nuestra nación.

Hoy es cuando recuerdo a una bisabuela, una mujer iletrada, que imbuida con el pervertido discurso marxista y por el odio a su yerno Guardia Civil, se obstinó en llevar alimento a los maquis escondidos en la sierra, tomaba sus jumentos y subía de vez en cuando a abastecerlos.

En las tertulias familiares se hablaba de ella y de lo ideologizada que estaba, pero lo que siempre resaltaban es que un día, cuando volvía del monte con las caballerías, topó con una manifestación de Falange, creyéndose ella estar rodeada de los suyos, subió a un pilar y puño en alto gritó: “¡Muera la Guardia Civil!”, como es natural, fue detenida de forma fulminante, se la juzgó y fue sentenciada a la pena capital.

Si ya de por si la historia es dramática, puedo afirmar que siempre la ficción es menos dura que la realidad, pues fue a su yerno al que le tocó aplicar la pena, y puedo afirmarlo con rotundidad que él, intentó por todos los medios salvar a su suegra, pero lo único que consiguió es que uno de sus compañeros ocupara su puesto como verdugo en el pelotón de fusilamiento y dio gracias a Dios de que no fue él mismo el que acompañara a su suegra en su destino gracias a su pasado socialista.

No conozco los pormenores del fusilamiento, amargo era el recuerdo y el dolor se veía en los rostros de los abuelos al relatarlo, pero lo que si contaban con rabia, era que el compañero del abuelo cuando veía a la abuela por el patio del cuartel y decía: “A la madre de esa, le di yo el tiro de gracia.”

Tras este corto relato, insisto una vez mas en lo mismo, en pedir a la gente que lea esto, que exijan a los políticos a servirnos, no estamos para que ellos nos utilicen, para que no nos manipulen, para arrojarnos unos contra otros con cualquier razón espuria, para que nuestra sangre sea con la que rieguen sus propósitos indignos, sino para que legislen para el bien común y para el bien de todos los ciudadanos; en definitiva para el bien de la nación.

Cuando oigáis a un político en un mitin, acordaros de vuestros antepasados de izquierdas y vuestros antepasados de derechas, estoy seguro que todos los hemos tenido en la familia en algún momento, y pensad que os dirían los dos, poneros en su lugar y con calma analizad, escuchad, y como diría el coronel D. Pedro Baños, “no os dejéis colocar las alforjas de la guerra”.


Día 6 de Diciembre de 2021, día de la Constitución Española.